Podía ser un día importante en el Tour de Francia. Se esperaba durante la octava etapa. El que lo fuera tanto, quizá, era más difícil de imaginar. Pero Tadej Pogacar (UAE Emirates), vigente campeón de la ronda gala, ha sacado los galones casi desde el principio.
En un día durísimo de lluvia, de montaña, de nervios y de ver posicionarse a los favoritos de la carrera por primera vez, el esloveno ha demostrado que esa palabra, la de “favoritos”, hay que ponerla por ahora en singular. En una exhibición de fuerza, un ataque demoledor a treinta kilómetros de meta le ha permitido poner patas arriba una general que ya lidera en un día en el que ha comprometido hasta el final una victoria de etapa que la fuga del día ha certificado gracias a Dylan Teuns (Bahrain-Victorious).

El Bahrain-Victorious ha conseguido su segunda victoria consecutiva de etapa gracias al aguante de un Teuns que ha sido prácticamente el único en responder al ritmo desbocado de un Pogacar que llegando desde atrás ha dejado claro que es el patrón de la carrera y que espera seguir siéndolo durante muchos días.
Un gran Ion Izagirre (Astana), segundo, y Michael Woods (Israel Start-Up Nation) le han rebasado en la recta de meta para firmar el podio de una etapa en la que, pese a todo, el esloveno sale como el más reforzado.